El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura de mosquitos, principalmente del Aedes aegypti. Este mosquito es un vector altamente eficiente en la propagación del virus, que causa millones de infecciones anualmente, afectando a personas en regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo. El dengue representa un riesgo considerable para la salud pública debido a su alta tasa de morbilidad y, en casos graves, puede llevar a complicaciones serias e incluso a la muerte.
Qué hacer si tienes dengue
Consulta a un médico inmediatamente
Importancia de la atención médica:
Ante los primeros síntomas del dengue, como fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolor muscular y articular, y erupciones cutáneas, es fundamental buscar atención médica sin demora. Un diagnóstico temprano es crucial para prevenir la progresión de la enfermedad hacia formas más graves, como el dengue hemorrágico o el síndrome de choque por dengue. Un profesional de la salud puede confirmar el diagnóstico mediante una evaluación clínica y pruebas de laboratorio específicas, y ofrecer recomendaciones sobre el manejo adecuado de los síntomas.
Monitoreo y diagnóstico:
El médico probablemente te recomendará análisis de sangre para monitorear los niveles de plaquetas y hematocrito, que son indicadores clave de la gravedad de la infección. El seguimiento regular de estos parámetros es esencial para detectar a tiempo cualquier complicación potencial, como un descenso crítico en los niveles de plaquetas que podría llevar a hemorragias.
Mantente hidratado
Hidratación constante:
La deshidratación es una complicación común en el dengue debido a la fiebre alta, los vómitos y la pérdida de líquidos por el sudor. Es esencial beber líquidos en abundancia para mantener el cuerpo hidratado y ayudar a reducir la fiebre. Se recomienda ingerir agua, jugos naturales y bebidas con electrolitos que ayuden a reponer los minerales y sales perdidos.
Monitoreo de la orina:
Un método simple para asegurarte de que estás bien hidratado es observar el color de tu orina. La orina debe ser clara y abundante, lo que indica que tu cuerpo está recibiendo suficiente líquido. Si la orina es de color oscuro o la frecuencia de micción disminuye, es una señal de que necesitas aumentar tu ingesta de líquidos.
Controla la fiebre y el dolor
Uso de paracetamol:
Para manejar la fiebre y el dolor asociados con el dengue, se recomienda el uso de paracetamol (acetaminofén), ya que es seguro y eficaz para reducir la fiebre sin aumentar el riesgo de sangrado. Es crucial evitar el uso de aspirina o ibuprofeno, ya que estos medicamentos pueden interferir con la coagulación sanguínea y aumentar significativamente el riesgo de hemorragias, una complicación seria del dengue.
Descansa y evita el esfuerzo físico
Reposo absoluto:
El dengue provoca un cansancio extremo y debilita el cuerpo, por lo que el reposo absoluto es fundamental para la recuperación. Descansar permite que tu cuerpo enfoque su energía en combatir la infección y reducir el riesgo de complicaciones. Evita cualquier actividad física que pueda agotar tus fuerzas o agravar los síntomas.
Ambiente de recuperación:
Para asegurar un entorno de recuperación seguro, es importante mantener la habitación fresca y libre de mosquitos. Usa mosquiteros y repelentes de insectos para evitar nuevas picaduras, lo que también ayuda a prevenir la propagación del virus a otras personas en caso de que los mosquitos te piquen y luego infecten a otros.
Qué NO hacer si tienes dengue
No te automediques
Riesgos de la automedicación:
La automedicación es un comportamiento peligroso que puede agravar significativamente la situación si tienes dengue. Evitar tomar medicamentos sin la orientación de un médico es crucial, especialmente en el caso de antiinflamatorios no esteroides (AINE) como el ibuprofeno o la aspirina. Estos medicamentos, aunque comunes para tratar el dolor y la fiebre, pueden aumentar el riesgo de sangrado, lo cual es particularmente peligroso en personas con dengue. El dengue puede disminuir la cantidad de plaquetas en la sangre, que son esenciales para la coagulación, y los AINE pueden empeorar este efecto, aumentando la probabilidad de complicaciones graves como el dengue hemorrágico, una forma potencialmente mortal de la enfermedad.
Lista de medicamentos a evitar:
- Aspirina
- Ibuprofeno
- Naproxeno
- Otros AINE
En su lugar, se recomienda el uso de paracetamol (acetaminofén) para controlar la fiebre y el dolor, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.
No ignores los signos de alarma
Síntomas graves:
El dengue puede progresar rápidamente de una forma leve a una forma grave. Es fundamental prestar especial atención a los signos de alarma, que indican que la enfermedad está empeorando y podría estar evolucionando hacia una forma grave. Estos síntomas incluyen:
- Dolor abdominal intenso: A menudo constante y no aliviado por analgésicos comunes.
- Vómitos persistentes: Que no ceden y pueden llevar a deshidratación severa.
- Sangrado en encías o nariz: O cualquier otro tipo de sangrado anormal, como la aparición de manchas rojas en la piel (petequias).
- Dificultad para respirar: Esto puede ser un signo de acumulación de líquidos en los pulmones o de choque por dengue, que es una emergencia médica.
Acción inmediata:
Si presentas alguno de estos síntomas, es crucial acudir inmediatamente a un centro de salud. No esperar a que los síntomas se agraven es vital para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones fatales. El dengue grave requiere atención médica intensiva, y en muchos casos, el retraso en el tratamiento puede ser fatal.
No te expongas a más picaduras de mosquitos
Prevención de la propagación:
Durante la fase aguda del dengue, el virus está presente en tu sangre. Esto significa que si un mosquito te pica, puede infectarse y luego transmitir el virus a otras personas. Para evitar la propagación del dengue, es esencial protegerse de nuevas picaduras:
- Usa repelentes de insectos: Aplícalos en todas las áreas expuestas de la piel y sobre la ropa.
- Vístete con ropa protectora: Opta por ropa de manga larga y pantalones largos, preferiblemente de colores claros, que son menos atractivos para los mosquitos.
- Duerme bajo mosquiteros: Si es posible, utiliza mosquiteros tratados con insecticida, especialmente durante las horas en que los mosquitos Aedes aegypti son más activos (al amanecer y al atardecer).